Hoy tomé la decisión de organizar todas las ideas, los momentos, los sentimientos y todo lo que quiero expresar para lograr hacerlo mediante esto, todas las semanas. Me propongo un reto y es escribir semanalmente o al menos, mucho más constante, para dejar salir todo de mi, para fluir. Lo hago porque simplemente es mi forma de desahogo. Si se preguntan porqué me alivia publicar mi vida personal, la razón también es sencilla; todos los que tienen la capacidad de leer son personas al igual que yo, personas que tienen problemas, sentimientos, y una historia que contar. Entonces no tengo nada que temer, estoy escribiendo con la mente lo más abierta posible para recibir toda clase de comentarios.
Para empezar a contarle la historia que siento la necesidad de contar utilizo la frase que muchos adolescentes han usado; me enamoré. Me enamoré y esa es la principal causa por la que estoy escribiendo, la causa por la que escribo siempre en mi cuaderno que he dejado poco a poco que la persona de mi extrema confianza lo lea, quizás página por página... Estoy tratando de sacar por completo la "pena" de mi vida, la timidez si así podría llamarlo. No soy una persona tímida, para nada diría yo. Pero tengo mis toques, porque lo único me apena muchísimo es que la gente sepa de mis sentimientos, cosa con la que estoy luchando porque ¡qué mas da! Enamorarse es lo más hermoso que hay en la vida.
Enamorarse incluye un millón de sentimientos más, y quiero gritar que los he vivido y que estoy feliz de que falten muchos por conocer. He explotado totalmente de emociones los últimos siete meses de mi vida. Cuando hago referencia a un millón de sentimientos, créanme, toda clase de sentimientos. Esos que te hacen sentir mal, y de los que te hacen volar también. Sencillamente estoy enamorada de esta persona por todo lo que logra en mi. Solo han sido siete meses, y ni se imaginan lo mucho que ha cambiado mi vida, mi personalidad, mi mente y mi corazón también.
Estoy agradecida con la vida y con Dios por presentarme a una persona así, tal cual es, con todo lo que es, con todo lo que ha hecho, ha sido, todo lo que sueña y quiere ser. Así lo he aceptado y aunque no es fácil, es lo que quiero para mucho tiempo más. Quiero seguir creciendo al lado de esta persona, quiero seguir llenándome de experiencias que en realidad marquen mi vida, quiero encontrar la felicidad cada día, con esta persona. Tengo la necesidad de ofrecerle todo lo que soy, todo lo que tengo, hasta lo que he sido y quiero ser también. Tengo sólo dieciséis años, y a esta edad he entendido muchas cosas de la vida que, no me hacen la más madura del mundo, ni la mejor persona, pero me hace feliz porque estoy sembrando poco a poco lo que quiero ser en un futuro.
Esta experiencia de "enamorarme", palabra que nunca había sido utilizada dentro de mi vocabulrio, ha sido la mejor que me ha pasado hasta ahora, porque ella, ha hecho que todas las demás experiencias tengan sentido. De verdad, el amor le da sentido a la vida.
Empezando por la creación del mundo, el amor lo ha sido todo y lo ha podido todo, siempre. Detrás de los más grandes inventos del mundo, ha estado el amor también, en el avance de la tierra, allí ha estado, en todos y cada uno de los buenos momentos que han tenido todos los habitantes del planeta, está el amor.
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Este amor ha hecho que cada día encuentre una nueva pista de lo que soy realmente. Me ha impulsado a ser libre, a tomar responsabilidades, a arriesgarme, a tomar decisiones, a conocer mis errores, a recobrar el sentido de mi sonrisa, mi belleza, a escuchar los sonidos de la música, de las letras, de los pájaros, del cielo. A mirar mas allá de lo que solo está pintado y plasmado, a encontrar la paz en un atardecer. Me ha impulsado a abrir mi mente, mi corazón también. A mirar profundo, a pensar a fondo, a volverme loca. Me ha acercado mucho más a Dios, con esto, me ha hecho fuerte, muy fuerte. Me abrio el camino para conocer un mundo nuevo con su compañía y ahora que lo he hecho, no quiero dejarlo ir nunca. He aprendido a disfrutar e interpretar cada segundo de mi vida, cada olor y cada sabor. Cada beso y cada abrazo, cada mirada. Yo me miro desde que nací como un paisaje gigante sin color, donde cada día de mi vida le voy agregando un poco más, y más. Esta persona ha hecho, que no le falte ni un rayito de color a mi arco iris, a mi lluvia y a mi sol. Cada vez que me pierdo, que no me encuentro, que no miro el paisaje, él está allí, para abrirme los ojos, para acariciarme la cara, para abrazarme y decirme que respire, que respire profundo.
De los siete meses tengo dos meses que no lo veo, pero eso no cambia que todo esto que les cuento funcione. El ha estado aquí a mi lado, he sentido su presencia, he sentido hasta sus caricias. Escucho todas las noches su voz diciendome que respire, que mañana será mejor. Que lo tengo a él, y que no me dejará nunca. Les juro que puedo cerrar los ojos e imaginarlo allí. Cuando reacciono y pienso que estoy viviendo de una ilusión, lo leo, y me aseguro de que es mi realidad. Eso me hizo creer y estar segura de que esto, es amor. 
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